domingo, 16 de junio de 2013

QUE ES EL DUELO


El duelo es un término que viene del latín que significa dolor y aflicción. Es definido como una reacción natural que surge tras la pérdida de una persona, objeto, evento significativo o rompimiento de un vínculo afectivo, causando en la persona que lo padece  una reacción emocional y de comportamiento en forma de sufrimiento y aflicción; la cual incluye componentes psicológicos, físicos y sociales, con una intensidad y duración proporcionales a la dimensión y significado de la pérdida. Meza E, García S, Gómez A, Castillo L, Súarez S, Martínez B (2008).

DURACIÓN DEL DUELO


En la actualidad no se sabe con exactitud la duración del duelo, debido a que este es un acontecimiento impactante en la persona que llega a modificar estructuras familiares y formas de vida ya estructuradas, por lo tanto es muy difícil predecir el tiempo que pueda durar la persona para asimilar la partida y aprender a vivir bajo la ausencia del ser querido.  Según lo manifestado por los autores un punto de referencia que conduce a saber si el proceso de duelo ha culminado es cuando la persona es capaz de pensar sin dolor en el fallecido, trayendo diferentes recuerdos a su mente y compartiéndolos con los demás.  Meza E, García S, Gómez A, Castillo L, Súarez S, Martínez B (2008).

ETAPAS DEL DUELO


El Inicio o Primera Etapa: La primera reacción que surge es el rechazo, la incredulidad que puede llegar hasta la negación, manifestada por un comportamiento tranquilo e insensible, o por el contrario, exaltado. Esta fase es de corta duración, se extiende desde el anuncio de la muerte hasta el término de las honras fúnebres.

Etapa Central: En esta fase se recuerda constantemente al desaparecido y se añoran los pequeños detalles de la vida cotidiana que se compartían con el ser querido; produciéndose  sentimientos de gran soledad, no solamente a nivel  social sino también emocional.

Etapa Final: La persona es capaz de separarse de los objetos personales del fallecido, guardando solamente los significativos, es el periodo de restablecimiento y comienza cuando el sujeto mira hacia el futuro, donde es capaz de volver a sentir nuevos deseos y de expresarlos.

FASES DEL DUELO


Negación: Es la primera fase que se presenta inmediatamente surge el fallecimiento de la persona, esta le facilita a los miembros del sistema familiar tiempo para movilizar sus defensas y proporciona un distanciamiento emocional con respecto a lo que sucede en su entorno.

Ira: Esta fase reemplaza a la anterior surgiendo en el sistema familiar  sentimientos de enojo, rabia, cólera, envidia y resentimiento hacia su entorno. Así mismo  se inician los cuestionamiento del “¿por qué yo?” y ¿por qué a mí?.

Negociación Y Regateo: Debido a la difícil situación que atraviesa la persona como consecuencia del fallecimiento de su ser querido, esta decide posponer su dolor con el objetivo de negociar y llegar a un acuerdo con los demás miembros de su sistema familiar y consigo mismo para intentar superar la traumática vivencia y volver a su vida normal.

DepresiónLa afectividad se hace más dolorosa y  los sentimientos de vacío son más reales. Esta etapa depresiva pareciese que fuera a durar para siempre y es importante comprender que esta depresión no es signo de una enfermedad mental, sino la respuesta apropiada a una pérdida.

Aceptación: En esta etapa se acepta la realidad de que el ser querido ha desaparecido físicamente y se reconoce que este hecho es permanente. Se tiene que reconocer que esta es una nueva realidad y se tiene que aceptar y aprender a vivir con ella. El individuo empieza a examinar su nueva situación y a considerar las posibles maneras de enfrentarla.

TIPOS DE DUELO

Duelo Patológico: cuando el dolor se prolonga considerablemente en el tiempo y no se evidencia ningún cambio significativo en su recuperación. La característica principal de este es un llanto constate, la persona no logra volver a su vida normal y desenvolverse adecuadamente en los diferentes contextos, lo que cual afecta su sistema familiar.

Duelo Anticipado: Es el tipo de duelo que permite a la  familia preparase para el momento de la muerte de un ser querido. Este se presenta cuando se emite un pronóstico de incurabilidad ante una enfermedad crónica o terminal, produciéndose  sentimientos de tristeza en el núcleo  familiar.

Pre duelo: Es un duelo completo en sí mismo que consiste en creer que el ser querido ha muerto definitivamente “en estado de salud”. Los familiares tienden a pensar que la persona que está a su lado ha sido transformada por la enfermedad a tal punto, que en algunos casos no se le reconoce más por los diferentes cambios que sufre desde su aspecto físico.

El   Duelo Inhibido o Negado: se da en aquellas personas que a causa del fallecimiento de un familiar se ocupan de otras cosas como atender las diligencias surgidas por las circunstancias olvidándose de sí mismo. Esto hace que la persona no tenga un espacio para afrontar e interpretar la realidad y termine por no aceptar la ausencia de la persona fallecida.

Duelo Crónico: Este tipo de duelo tiene una duración excesiva y nunca llega a una conclusión satisfactoria. Es decir que a pesar de los años el fallecido permanece vivo en el recuerdo; la persona no puede aceptar haber sido despojada de su afecto y sus recuerdos permanecen intactos desde el momento de su fallecimiento.


DUELO EN LAS DIFERENTES ETAPAS DEL SER HUMANO

Duelo en los niños

La reacción de un niño frente al duelo, dependerá del momento evolutivo y  también de circunstancias externas y en especial de la situación y  actitud de los adultos que rodean al niño. Las experiencias de pérdida  son parte integrante del desarrollo infantil y la manera en que se  estas situaciones determinará la capacidad de afrontar y  resolver experiencias de pérdida posteriores.

¿Qué se debe hacer?
·         Mantenerse física y emocionalmente cerca del niño
·         Abrazarlo y escucharlo llorar
·         Dejarle salir a jugar con un amigo
·         Es bueno decirle que, aunque estamos muy  tristes por lo ocurrido, vamos a seguir ocupándonos de él lo mejor  posible.
·         Tranquilizarle diciéndole que estaremos ahí por si nos  necesita.
·         Ayudarlo a es  reencontrar el ritmo cotidiano de sus actividades: el colegio, sus amigos,  sus juegos familiares, las personas que quiere.
·         Asegurarles que vamos a seguir queriendo a la persona fallecida y que  nunca la olvidaremos.
·         Permitir que participe en los ritos funerarios
·         Animarle a expresar lo que siente

Aspectos a tener  en cuenta.!
·         Llorar en exceso durante periodos prolongados
·         Rabietas frecuentes y prolongadas
·          Apatía e insensibilidad
·         Perdida de interés por los  amigos y por las actividades que solían gustarle.
·          Frecuentes pesadillas y problemas de sueño.
·         Pérdida de apetito y de peso.
·          Miedo de quedarse solo.
·          Comportamiento infantil (hacerse chichi, hablar como un bebé, pedir  comida a menudo…) durante tiempo prolongado.
• Frecuentes dolores de cabeza solos o acompañados de otras dolencias físicas.
·         Imitación excesiva de la persona fallecida, expresiones repetidas del  deseo de reencontrarse con el fallecido.
• Cambios importantes en el rendimiento escolar o negativo de ir a la escuela.

Duelo en los adolescentes

Para el adolescente, la muerte es algo tan repentino, que quizás nunca la había vislumbrado a corto plazo y mucho menos cerca de su entorno. Cuando se produce, surge un auto cuestionamiento. Constantemente se preguntará: “¿por qué a mí?, ¿qué existe después de la muerte?, ¿cuál es la razón de ser y de existir?” y, en el caso que exista una formación religiosa, tiene dudas sobre la existencia de un Ser Superior misericordioso.  El adolescente que sufre una pérdida de esta magnitud entra en una reflexión profunda sobre la vida y la muerte e incluso puede llegar a formarse conceptos erróneos o adoptar actitudes hostiles, por ejemplo: “la vida es una y tengo que vivirla”. Sin embargo, dichas vivencias se convierten en un desenfreno y libertinaje.

¿Qué se debe hacer?
·         Explicarles y aclararles que la sensación de extrañeza es normal en este proceso.
·         Brindarles el mayor apoyo posible en estas circunstancias de dolor.
·         Validarles que cada quien tiene una manera diferente de reaccionar ante lo perdido.
·         Reconocer que su duelo tiene un ritmo diferente.
·          Incentivarlos a leer libros espirituales con los cuales se identifiquen y busquen la paz interior.
·         Ser honestos con las explicaciones sobre lo sucedido.
·         Respetar su decisión de participar o no en el funeral, en los ritos y cambios que se generan ante la pérdida.
·         Permitirles los momentos en donde deseen estar solos y tener espacios para compartir con sus compañeros.

Aspectos a tener en cuenta.!   

·         Síntomas de depresión
·          Dificultades para dormir
·         Baja autoestima.
·          Fracaso escolar o indiferencia hacia las actividades extraescolares.
·          Deterioro de las relaciones familiares o con los amigos.
·         Conductas de riesgo: abuso del alcohol y otras drogas, peleas, relaciones  sexuales sin medidas preventivas…
·         Negación del dolor y alardes de fuerza y madurez.

Duelo en los adultos


Edad adulta temprana: el adulto joven tiene mayor probabilidad se sentir la muerte con mayor intensidad emocional que en cualquier otra etapa de la vida, suelen sentirse frustrados ante la muerte de un ser querido, ya que no le permite proyectarse con el futuro su frustración se transforma en rabia.
Edad adulta intermedia: el adulto tiene más conciencia de la muerte, la percepción del tiempo es diferente y es posible que se generen cambios positivos en su proyecto de vida, producto de la resolución exitosa de la crisis en la mitad de la vida.
Duelo en la edad adulta tardía: el duelo es similar al del niño, necesitan un sustituto que les brinden seguridad ya que la perdida de la persona querida amenaza esta seguridad, donde suelen presentarse conductas autodestructivas en un aparente intento de reunión con la persona perdida. La ancianidad presenta más dificultades para elaborar el duelo y tienden a reaccionar con manifestaciones somáticas.

¿Qué se debe hacer?
·         Exteriorizar el dolor (expresar el dolor y las emociones de tristeza, rabia , miedo..)
·         Valorar los momentos vividos con el fallecido
·         Elaborar su proyecto de vida
·         Aceptar la perdida (hablar de su perdida, contar las circunstancias de la muerte, visitar el cementerio)
·         Recoger las pertenencias del fallecido
·         Aplace decisiones importantes (como vender la casa, dejar el trabajo, iniciar una nueva relación)
·         Busque y acepte el apoyo de otros 

Aspectos a tener en cuenta..!
·         Dolor de cabeza
·         Pérdida del apetito
·         Insomnio
·         Perdida de la memoria
·         Irritabilidad
·         Síntomas de depresión
·         Intentos de susidio
·         Llanto frecuente

DAR EXPRESIONES A LAS EMOCIONES Y AL  DOLOR


Es imposible perder a alguien a quien se ha estado profundamente vinculado sin experimentar cierto nivel de dolor. La pérdida implica tanto el dolor físico que mucha gente experimenta, como el dolor emocional. Por lo tanto los miembros de la familia han de expresar, compartir y admitir una gama amplia de sentimientos que afloran y contenerlos en el ámbito familiar buscando así un proceso evolutivo del duelo, donde dicha evolución dependerá de diferentes factores como el sistema de límites, la estructura  familiar.

IMPORTANCIA DE LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA

La intervención psicológica consiste en la aplicación de principios y técnicas por parte de un profesional con el fin de ayudar a otras personas a comprender, reducir o superar sus problemas y prevenir la ocurrencia de los mimos,  el objetivo principal es velar por el bienestar y calidad de vida de los seres humanos, por ello ante la pérdida de un ser querido la persona se ve expuesta a experimentar nuevas emociones trayendo consigo problemáticas o necesidades en las cuales el profesional de la salud puede aportar significativamente.
ESTRATEGIAS PARA LA ELABORACIÓN DEL DUELO


1. Darse tiempo y permiso para normalizar la vida, evaluando lo que es valioso o no y aceptando un nuevo estilo de vida y obteniendo crecimiento, conciencia y visión personal.

2. Reconocer la pérdida a nivel mental y emocional. Acercarse a la perdida, contarlo, recordar lo sucedido.

3. Liberar todos los sentimientos. Entender el llanto como una herramienta de sobre vivencia.

4. Desarrollar adaptabilidad, nuevas aptitudes.

5. Establecer nuevas relaciones y motivaciones.

6. Establecer metas diarias para activar motivación.

7. Reconocer  y disfrutar los momentos alegres.

8. desarrollar diferentes actividades en familia (juegos, paseos, reuniones entre otros.)

9. Aferrándose más a dios o las diferentes creencias religiosas a las que pertenece.

MIS DERECHOS TRAS LA MUERTE DE UN SER QUERIDO..!


Tengo derecho a tener mis sentimientos por la muerte de un ser querido
Puedo enfadarme, sentirme triste o solo/a. Puedo tener miedo. Puedo sentirme insensible a lo que me rodea, o a veces, pudo no sentir nada en absoluto. Nadie  sentirá exactamente lo mismo que yo.

Tengo derecho a hablar de mi dolor siempre que tenga ganas
Cuando necesite hablar, encontraré a alguien que me escuche y me quiera.  Cuando no quiera hablar, no pasa nada; también estará bien.


Tengo derecho a expresar los sentimientos a mi manera
Cuando los niños sufren, les gusta jugar para sentirse mejor durante un rato. Puedo  jugar y reírme. También puedo enfadarme y portarme mal. Esto no quiere decir  que sea malo/a, sino que tengo sentimientos que me asustan y que necesito que  me ayuden.

Tengo derecho a que los demás me ayuden a sobrellevar el dolor
Especialmente los adultos que me quieren. Básicamente necesito que presten  atención a lo que siento y lo que digo, y que me quieran pase lo que pase.

Tengo derecho a disgustarme con los problemas normales y cotidianos
A veces puedo estar de mal humor y puedo tener problemas en las relaciones.

Tengo derecho a sufrir oleadas de dolor
Las oleadas de dolor son sentimientos de tristeza repentinos e inesperados que a  veces me invaden, incluso mucho tiempo después de la muerte de una persona.  Estos sentimientos pueden ser muy fuertes e incluso pueden dar miedo. Cuando me  siento así a lo mejor tengo miedo de estar solo/a.

Tengo derecho a utilizar mi fe en Dios para encontrarme mejor
Puede que rezar me haga sentir mejor y, de algún modo, más cerca de la persona  que ha muerto

Tengo derecho a preguntarme por qué ha muerto la persona querida
Sin embargo, si no encuentro una respuesta, no pasa nada. Las preguntas sobre la  vida y la muerte son las más difíciles de contestar.



 Te invitamos a vivir

El sufrimiento puede enseñar un nuevo sentido a la vida. A cambiar tus valores y prioridades. Quizá ahora te parezca imposible. Pero iras encontrándote mejor.

Serás capaz de perdonar sin odiar. Llegará un día en que podrás decir que la vida continua y que te sientes feliz por estar vivo.

2 comentarios:

  1. El duelo es una reacción emocional que se manifiesta en forma de sufrimiento y aflicción cuando un vínculo afectivo se rompe. Es una respuesta adaptativa normal que suele producirse en el contexto de la muerte de un ser querido, como respuesta ante la pérdida de una persona amada, desencadenando emociones y comportamientos de dolor, por ello es importante que la persona entiende y maneje el duelo como algo normal que sucede en la vida de todo ser humano, donde al pasar del tiempo la persona sana las heridas retornado nuevamente el sentido de vida.

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  2. Recomendado, el conocimiento del duelo y sus etapas es poco conocido y aun mas difícil encontrar pautas para afrontarlo, pienso que el conocer las etapas por las que la persona pasa en su duelo es una ayuda importante para superar la perdida de un ser cercano... Los comportamientos de cada persona son diferentes, por ende sus reacciones son individualizadas el conocer tips sobre como superar un duelo da una idea de como poder sobre llevar esta fase a la que todos estamos expuestos.

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